Wednesday, September 16, 2009

Hombres, Mujeres, Viceversa y OBK

¿Quién le dio sentido a nuestro amor? No fui yo, fue nuestro corazón.

Con este tipo de letras y otras por el estilo, OBK conquistó el panorama musical español de una manera que todavía hoy muchos no llegamos a comprender. Pues lo mismo ocurre con uno de esos programa de Telecinco, bueno, en realidad con casi todos; pero ahora quería centrarme en el espacio televisivo que parió a Efrén y Soraya. Os acordáis de la historia, ¿no? Un tío de Vélez-Málaga que era un encanto según todas las mujeres (y también, según el share del programa) y que estuvo casi medio año en “Mujeres, hombres y viceversa” dando la tabarra y metiéndosela doblada a casi todo el mundo, Soraya incluida.

Yo del programa, pues básicamente había visto algunos fragmentos y las fotos de Soraya en Interviú, hasta esta mañana. ¡Ay, qué desdicha! Allí estaba Emma García, cuyos programas hacen que “me suba la bilirrubina cuando te miro y no me miras”. ¡Madre de dios hermosa! ¡Esta señora tiene el cielo ganado! “El juego de tu vida” y “Mujeres, hombres y viceversa”. Yo me daría cabezazos contra la pared…

La dinámica del “concurso” es bien sencilla: un tío o una tía, llamados “tronistas” (atiende, pataliebre), a los cuales agasajan mujeres y hombres (siempre, de momento, en plan hetero). Evidentemente, con múltiples ocasiones para el teatrismo, el patestimo, el ridiculismo y todo lo que pueda acabar en “-ismo” (como “capitalismo”). Y, por supuesto, como “Gran Hermano”, con enormes posibilidades de sentir vergüenza ajena observando el comportamiento de los protagonistas, con ese comentarista de lujo, Pipi Estrada (¡José María García se tiene que estar tirando de los pocos pelos que le quedan!), y esa mujer mayor, haciendo ganchillo, de nombre “la Mari”, que viene a representar el papel de los locos en los dramas shakespearianos o de los coros en las tragedias griegas… expresando en pocas palabras una enorme sabiduría: “en mis tiempos mozos, yo esperé tres años a que mi novio volviera de la mili y le escribía por cartas”.  Respuesta que se puede adapar a cualquier pregunta y que puede servir tanto para tronistas como para aspirantes.

Hay que reconocer que el programa nos es más que una “españolización” de los programas chorracas de la MTV de estilo similar, si bien tratando de aparentar una mayor “seriedad”. Para eso, prefiero los programas estúpidos americanos, en los que hay más honestidad:  la gente sabe que va a lo que va (hay una consciencia mayor del show en sí), menos hipocresía, elementos preparados con un descaro que roza la caradura y, ojo al dato, sin comentaristas como la Esteban y compañía…

Y yo que creía que el tiempo de los OBK ya había pasado, afortunadamente; pero se ve que no…

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